En las primeras jornadas del mes de mayo, cruces engalanadas de plantas y repletas de aromas festivos se adornan y visten en plazas y calles. El tono alegre de la misma invita a la contemplación, el encuentro con conocidos y amigos, y la habitual degustación de especialidades de la repostería local como los Hornazos de Fideos.

La Cruz despierta la habilidad e imaginación de aquellos que la fabrican, usando materiales de todo tipo que sustituya a la flor natural, para cada año reinventar los adornos de la cruz, todo ello acompañado de un escenario típico como son las flores, mantones de manila, guitarras, etc. Una costumbre más donde los hinojoseños vuelven a convivir, bien sea a través de grupos de vecinos, hermandades, o  cofradías y asociaciones.